Desafíos de la criminología en la era digital

Por Hugo Ruiz Villalobos

La era de la exposición excesiva y permanente a los dispositivos digitales desde que las personas son apenas bebes con un cerebro que ni siquiera ha empezado a crear conexiones neuronales confiables, es, en mi criterio, el mayor y garrafal error en que nos ha hecho incurrir el desarrollo tecnológico de la cuarta revolución industrial.

Los efectos de esta constante exposición demuestran, la mayoría de las veces, en las últimas generaciones; cómo la disfuncionalidad de comportamiento aparece con más y más frecuencia en los niños modernos. Estos presentan actitudes apáticas, comportamientos irrespetuosos, total desdén por las relaciones familiares, tendencia a la violencia ante la no compensación inmediata, deseos de ser triunfadores cuando ni siquiera han aprendido un oficio, confusión entre la realidad y la virtualidad, incapacidad de soportar el mínimo sacrificio, socialización precaria, sedentarismo excesivo que los lleva a la obesidad infantil y la aparición de enfermedades que hace unos 30 años eran exclusividad de los adultos mayores, etc.

Todo esto es generado, en mi criterio, por la idea que se les vende en la mayoría de las redes sociales y en la mayoría de los juegos en línea que les hace creer que si se gana (excelente) pero si se pierde no pasa nada dado que nadie, excepto ellos, son dueños de esa información.

Otro elemento de esta exagerada exposición a las tecnologías digitales hace que los jóvenes entren en el aprendizaje social de lo bueno y de lo malo, de la delincuencia, de la autopercepción de género, etc.

Definitivamente, si los padres (primer muro de contención informal), no ejercen su rol de control, todo va a cambiar radicalmente en cuanto criminología. Pero dado que los últimos padres ya están, en cierto modo, alienados por esta tecnología, al futuro de la criminología le esperan tiempos de reinvención total. Suerte a los que nos sucedan en este tema.