Propuesta de un análisis microscópico del combate al crimen

Por: Hugo Ruiz Villalobos

Si bien es cierto, el tema no coincide con los objetivos de este módulo de aprendizaje y, que hasta puede sonar descabellado, hago aquí un planteamiento de apertura de miras para los que conviven con el crimen día a día.

Hasta ahora, como es lógico entenderlo, solo me he encontrado con el abordaje del entendimiento de la criminología como un fenómeno que debe ser entendido cuanto antes, de forma macroscópica para lo que compete a su contención como flagelo a nivel social.

Aquí quiero hacer un aporte de corte diferenciado esperando contribuir, de alguna forma, al abordaje del crimen desde una perspectiva “microscópica”.

La etiología del delito ha sido, siempre el fin último para entender cómo tratarlo en su totalidad. Por otro lado, en el siglo XXI, creo que deberíamos comenzar a hablar de la tipificación de cada tipo de delito. Por ahora, introducirnos en las modalidades delictivas que vendrán de la mano de la inteligencia artificial, sería una especulación que debe dejarse para una clasificación futura y un foro posterior hasta que la logremos entender mejor.

A la fecha de hoy, creo que contamos con una serie de delitos que son ya bien conocidos en cuanto a su prevalencia e incidencia, y que, son fácilmente auscultables en todas sus especificidades y pistas diminutas como para poder llegar a conclusiones importantes en cuanto a su combate certero y eventual disminución de estos.

Para esta propuesta me referiré a la “fuegozación” de los delitos típicos. Con este concepto (inventado por mi cuenta) defino el abordaje de cada delito, como si fuera un cuerpo que necesita de elementos indispensables para su ocurrencia.

Al igual que, del conocimiento empírico y científico, sabemos que el fuego solo puede existir si se conjugan tres elementos esenciales, a saber: material combustible, alta temperatura y oxigeno; este no puede tener lugar por mas que lo intentemos. De hecho, los métodos de extinción del fuego, por tanto, son los tradicionales: a) aplicación de agua (para bajar la temperatura), b) aplicación de elementos químicos que enfríen y/o desplacen el oxígeno o, c) el retiro inmediato del material combustible que alimenta al incendio.

Esto es a lo que se le denomina comúnmente el “triángulo del fuego”. En la siguiente figura se ilustra este concepto. 

                                                                        Figura. No. 1. Triángulo del fuego.

        Como puede verse inmediatamente, cualquiera de los lados de ese triangulo que se logre borrar, haría desaparecer instantáneamente el triángulo completo.

Por ejemplo, si tomamos el crimen narco y lo asociamos a mi analogía, tendríamos un escenario como el de la siguiente figura:



                                   Figura. No. 2. Triángulo del Narcotrafico.

Este análisis, en mi criterio, contribuiría en gran manera al análisis de ataque eficiente a la comisión del delito por parte de los organismos represores en algunas circunstancias específicas.

Esto que planteo, es posible que ya exista como estrategia de combate al crimen. Por mi parte lo planteo como un inicio de discusión que, a lo mejor, pueda llegar a ser un tema de análisis más exhaustivo y, tal vez, pueda contribuir con alguna otra aportación que lo enriquezca y lo ayude a contribuir.

Lo dejo planteado aquí como una aportación personal al maremágnum de ideas aterrizadas en favor de la  promoción de un mejor y más pacifico convivir social.  

 

 

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